07 julio 2016

Guía para la elaboración de un trabajo académico (parte 2)

II. LA ELABORACIÓN DE UN TRABAJO ACADÉMICO

Un trabajo académico puede ser un “simple” trabajo de clase, un proyecto fin de carrera, un trabajo fin de Grado, un trabajo fin de Máster, etc. Para obtener los mejores resultados posibles, un trabajo de este tipo debe siempre seguir unas pautas de contenido y estilo. Dichas pautas serán indicadas por el profesor/ tutor/ director del trabajo (desde la extensión hasta la forma de citar). Aquí se incluyen los aspectos básicos para planificar y redactar un trabajo académico.

1. Salvo que el profesor/ tutor/ director indique algo diferente, un trabajo académico debe ser el resultado de una investigación personal sobre un tema previamente acordado entre el estudiante y el profesor (o director). Dicho trabajo debe presentar el resultado de una investigación, demostrando capacidad para reflexionar sobre un tema, estructurándolo y presentándolo de manera que el estudiante muestre, en definitiva, su capacidad para investigar. Para elaborar un trabajo de este tipo, el alumno debe documentarse consultando diversas fuentes, pero el trabajo no puede consistir en una mera recopilación de datos, sino que dichas fuentes deben servir para construir los resultados a los que se pretende llegar. Las fuentes empleadas, ya sean libros, artículos de revistas, periódicos, páginas web, etc., deben citarse, en caso contrario el trabajo será considerado un plagio y será inmediatamente descatalogado para su presentación.
2. Un trabajo académico debe ser claro; el léxico y las estructuras empleadas para la redacción del documento deben ser los propios de la materia objeto de estudio.
3. El trabajo debe centrarse en un tema y abordar sus aspectos más importantes. También se debe explicar el motivo de la elección del tema y por qué otros aspectos no se incluyen en el mismo.
4. El trabajo no debe ser sólo el resultado de la consulta de fuentes primarias (un texto literario, una obra de arte [pintura, escultura], datos estadísticos, discursos, leyes, etcétera) y/o secundarias (ensayos o artículos sobre la obra literaria objeto de estudio, biografías, manuales de referencia, artículos especializados, etc.), sino que debe ser también y, sobre todo, el resultado de la lectura crítica de dichas fuentes. Las fuentes adquieren valor al ser utilizadas para desarrollar un argumento o para describir un tema a partir de una estructura sistemática. No se trata de asumir posiciones o defender una opinión personal, sino de analizar de forma sistemática los diferentes aspectos de una cuestión. Los conceptos utilizados deben estar definidos y las afirmaciones que se realicen han de sustentarse en datos relevantes.
5. Los trabajos académicos pueden ser de muy variados tipos, pues cada disciplina sigue métodos propios. No obstante, y en general, se pueden diferenciar tres tipos:
- Monografía de compilación o "estado de la cuestión".
- Monografía de investigación.
- Monografía de análisis de experiencias.
(Para una explicación detallada sobre cada uno de estos tipos de trabajo se puede consultar:

http://parles.upf.edu/llocs/cr/casacd/treballcs.htm)